sábado, 4 de diciembre de 2010

Pronóstico.

                                                                                                                              Kendry Vargas Méndez
Universidad internacional de las Américas
3er cuatrimestre 2010
                                                                           

El LES se debe considerar como una enfermedad crónica. Las reactivaciones, los procesos infecciosos asociados al uso de inmunosupresores, la presencia de compromiso de sistema nervioso central, el grado de compromiso renal y los efectos secundarios del tratamiento están asociados a la calidad de vida del paciente y determinar la morbilidad en cada caso. La morbilidad posdiagnóstico se reporta en un 10% a los 5 años, 15% a los 10 años y 27% a 15 años.

El pronóstico del LES ha mejorado de manera muy significativa con el uso precoz y juicioso de los corticosteroides y de los inmunosupresores. A pesar de que se trata de una enfermedad delicada, con complicaciones potencialmente mortales y que puede seguir activa durante la adolescencia y la vida adulta, muchos niños con LES pediátrico evolucionarán de manera muy satisfactoria.
El pronóstico depende del daño que se produzca en los órganos afectados; por ello los niños con afectación renal o del sistema nervioso central precisan un tratamiento mucho más agresivo que aquellos cuya enfermedad se limita a la piel o a las articulaciones y que, en general, se controlan con mayor facilidad. El pronóstico de un paciente determinado, sin embargo, es impredecible.

El LES de inicio tardío se ha considerado por diferentes autores como una entidad de curso más benignos debido a su inicio insidioso, a una menor frecuencia de manifestaciones severas como nefritis y compromiso neurológico, a un menor requerimiento de dosis alta de glucocorticoides y de  inmunosupresores y a menores niveles de actividad, sin embargo los pacientes con LES de inicio tardío presentan menos actividad ellos aculan más daño y presentan una mayor mortalidad que los pacientes con LES de inicio temprano; por lo tanto el LES de inicio tardío no debe considerarse como una entidad de comportamiento benigno, por lo tanto el pronostico es severo en ambos casos.

Además de la actividad de la enfermedad, otros factores como las comorbilidades y el proceso de envejecimiento el cual lleva a la disminución en la reserva funcional pueden explicar un mayor daño acumulado y una mayor mortalidad en pacientes con LES de inicio tardío.

Los pacientes con lupus de inicio tardío desarrollan significativamente más daño cardiovascular, ocular y musculoesquelético y malignidad que los pacientes con LES de inicio temprano. El daño cardiovascular se debe a enfermedad en la arteria coronaria, el daño musculoesquelético se da especialmente por artritis deformante y osteoporosis con fractura y el daño ocular ocurre característicamente por la  formación de cataratas.

Las principales causas de muerte han sido por afecciones cardiovasculares, infección y las neoplasias.  

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