Referencias bibliográficas
1. Lurgeon Mary L, Tr por Martha Araiza Martínez, 2006, Hematología clínica, teoría y procedimientos/DR, México, Ed. El manual moderno S.A.C.V.
2. A.C. Zea Mendoza y A. Rodríguez García, 1999, Manual de enfermedades reumáticas, Madrid España, Editorial grupo prodesfama.
3. López Joaquín M, 2001, Reumatología y ortopedia ambulatoria, 28015, Madrid España, editorial Marban libros, S.L.
4. Revista colombiana de reumatología, vol. 15 No. 3, setiembre 2008, pp.168-185, Asociación colombiana de Reumatología.
5. Abdón Castro Bermúdez, 2009, Guías de manejo de pediatría, UCR 1 edición San José.
6. Elsevier E, 2008, Clínicas Reumatológica de Norte, Editora Michelle P, volumen33.
7. Jesús Gómez Arbesú, 2007, Lupus eritematoso sistémico para médicos de atención primaris. Ed New York.
8. Lazaro D, 2007, LES Causa clínicas y tratamiento del lupus.
9. Gaviria L.M, Rodelo JR. 2007, Caractrísticas clínicas y sexológicas de los pacientes con LES de inicio tardío.
10. Mc Carty DJ, 1995, Incidencias del lupus eritematoso, edad y diferencias. Madrid España editorial Marban libros.
Lupus eritematoso.
lunes, 6 de diciembre de 2010
sábado, 4 de diciembre de 2010
Tratamientos
Karolina Montero Perdomo
Universidad internacional de las Américas
3er cuatrimestre 2010
Tratamientos
En la actualidad el LES es una enfermedad perfectamente tratable, si bien no existe tratamiento especifico, el objetivo del tratamiento es tanto controlar los síntomas (dolor) y signos (artritis) de la enfermedad como prevenir sus complicaciones. El programa terapéutico debe ser de acuerdo a los problemas de cada paciente en particular. El tratamiento depende fundamentalmente del tipo de manifestación (órgano comprometido), severidad, actividad y existencia de otros problemas asociados como el embarazo, infecciones, entre otros. Cada paciente es un caso particular que se debe estudiar y analizar y estudiar cuidadosamente; hay algunos que remiten espontáneamente y no requieren tratamiento, otros necesitan antiinflamatorios no esteroideos y/o antimalaricos y otros grupos que requieren corticoesterioides en pequeñas, moderadas o altas dosis y en ocasiones inmunosupresores u otras medidas. El primer año después del diagnóstico es el más difícil: la enfermedad está muy activa, las dosis de los medicamentos son altas, las visitas al médico y los análisis son muy frecuentes. Después del primer año las cosas se vuelven más fáciles, pero puede tardar 2 o más años hasta que la enfermedad se aplaque y la vida vuelvan a la normalidad. Es importante una buena comunicación y confianza entre el paciente y el medico. Muchas veces los pacientes han sido erróneamente informados de la enfermad. Se le debe instruir en relación con signos de actividad, reposo, dieta, uso de anticonceptivos, embarazo y otros. Las drogas usadas en el tratamiento de los diferentes subgrupos son: esteroides tópicos, antiinflamatorios no esteroideos, antimalaricos, corticoesteroides e inmunosupresores. La aspirina es útil cuando predominan las manifestaciones articulares, en presencia de fiebre y aun cuando existe compromiso moderado de serosas. La antimalaricos están indicados en presencia de lesiones cutáneas, en artritisy también en algunos casos como ahorradores de esteroides. Son de acción retardada, producen efectos adversos. Los pacientes denen ser sometidos a chequeos oftalmológicos frecuentes. Los corticoesteroides son los agentes de elección, aunque en muchos casos se comete el error de usarlos en todos los pacientes y en dosis superiores a las necesarias. Muchas veces la dosis es una decisión individual tomada de acuerdo al tipo de compromiso y a la seriedad del proceso. Uno de los objetivos fundamentales es el usarlos durante menor tiempo y la menor cantidad posible. No se justifica su uso profiláctico, es preferible tratar las manifestaciones cuando ellas se presentan. Se deben tener encuentra la presencia de entidades como diabetes melitus, hipertensión, osteoporosis, tuberculosis u otros que pueden complicarse con el uso de corticoesteroides. Las indicaciones para usarlos en dosis altas son: anemia hemolítica grave, trombocitopenia severa, compromiso pulmonar y cardiaco grave, algunas formas de compromiso renal, la crisis lupica es decir pacientes muy tóxicos, muy febriles con muchos síntomas de lupus activo y cuando existe compromiso importante del sistema nervioso central. Los pacientes lupicos esplenectomizados, presentan mayor incidencia de vasculitis cutánea y de infecciones serias.
Antiinflamatorios No Esteroideos (AINES): Estos medicamentos se recetan para una gran variedad de enfermedades reumáticas, incluyendo lupus. Ejemplos de éstos compuestos incluyen el ácido acetilsalicilico (aspirina), ibuprofen (Motrin), naproxen (Naprozyn), idometacina (Idocin), nabometone (Relafen), tolmetin (Tolectin) y un gran número de otros. Estos medicamentos generalmente se recomiendan para dolores musculares, articulares y artritis. La aspirina y los AINEs pueden causar malestar de estomago en algunas personas. Estos efectos se pueden minimizar, tomándolos junto con los alimentos; leche, antiácidos o prostaglandinas como el misoprostol (Cytotec). Los AINEs nuevos contienen prostaglandinas en la misma cápsula (Artrotec). Los otros AINEs funcionan en la misma forma que la aspirina, pero son más potentes y los pacientes requieren menos tabletas al día para obtener el mismo efecto que la aspirina. Muchos AINEs se pueden adquirir sin receta médica en las farmacias. La gente debe ser muy precavida de no tomar demasiadas aspirinas o AINEs, dado que pueden reducir el flujo de sangre al riñón y causar problemas en la función.
Corticoesteroides: Los corticoesteroides (cortisona) son hormonas que tienen propiedades anti-inflamatorias e inmuno-reguladoras. Normalmente se producen en pequeñas cantidades en las glándulas suprarenales de nuestro cuerpo. Estas hormonas controlan una gran variedad de funciones metabólicas en el organismo. Los corticoesteroides se producen en forma sintética para reducir la inflamación y suprimir la actividad del sistema inmunológico. El más comúnmente prescrito es la prednisona.
Dado que esteroides tiene una gran variedad de efectos secundarios, la dosis tiene que ser ajustada para obtener los máximos efectos anti-inflamatorios y minimizar los efectos indeseables. Estos se pueden presentar con mayor frecuencia cuando se toman dosis de prednisona por periodos largos de tiempo y en altas cantidades (por ejemplo, 60 mg de prednisona diario por periodos de mas de un mes). Tales efectos indeseables incluyen aumento de peso, "cara de luna", acné, moretones en la piel con facilidad, fragilidad de los huesos u osteoporosis, aumento de la presión arterial, cataratas, diabetes, aumento en la susceptibilidad a infecciones, úlceras en el estómago, hiperactividad y aumento del apetito.
Antimaláricos: Las cloroquinas (Aralen) o hidroxicloroquina (Plaquenil) se emplean comúnmente en el tratamiento del paludismo o Malaria y pueden ser de mucha utilidad en algunos pacientes con lupus. Se usan mas frecuentemente para síntomas articulares y de piel, pero también son útiles para otras manifestaciones sistémicas. El efecto benéfico puede aparecer hasta después de varios meses. Las reacciones indeseables son raras y consisten en diarrea ocasional y ronchas en la piel. Algunos antimaláricos como la quinina y la cloroquina pueden afectar los ojos. Por este motivo es importante practicarse exámenes oftalmológicos en forma periódica. Se sugiere un examen de fondo de ojo antes de iniciar el tratamiento y cada seis meses después de estarlas tomando. Sin embargo algunos médicos sugieren un examen cada año, especialmente si toma hidroxicloroquina (Plaquenil).
Medicamentos inmunomoduladores: Azatioprina (Imuran) y la ciclosfosfamida (Cytoxan) es un grupo de agentes conocidos como fármacos citotóxicos o inmusupresores. Estos medicamentos actúan en forma muy similar a los corticoesteroides suprimiendo la inflamación y la respuesta del sistema inmunológico. Los efectos indeseables de estos productos incluyen anemia, disminución de los glóbulos blancos y aumento en la susceptibilidad a las infecciones. Su uso, aunque raramente, también puede predisponer a una persona a desarrollar cáncer en forma tardía.
Otros agentes farmacológicos como el motrotexate y la ciclosporina se han empleado para controlar los síntomas de lupus. Ambas son inmunomoduladoras y tienen efectos indeseables diferentes. Estos medicamentos se encuentran aún en fase de investigación pero con muy buenos resultados en lupus. Algunos de estos agentes se emplean en conjunto con la aferesis, o una forma de filtrar substancias en la sangre. Esta aferesis se ha empleado en forma específica, para remover anticuerpos específicos de la sangre, aunque sus resultados no son muy prometedores.
Los nuevos fármacos disponibles, están dirigidos hacia células específicas del sistema inmunológico. Estos incluyen agentes que bloquean la producción de anticuerpos específicos como los que van dirigidos al ADN o agentes cuya acción es suprimir la producción de anticuerpos a través de otros mecanismos. Ejemplos de éstos, son las inyecciones de glammaglobulina intravenosa, las que se administran para aumentar las plaquetas (células necesarias para la coagulación).
Anticoagulantes: Estos medicamentos se emplean para "adelgazar" la sangre, y con más frecuencia en la actualidad para la formación rápida de coágulos sanguíneos. Estos van desde la simples aspirina a dosis muy bajas, la cual previene la agregación de las plaquetas (evitar que se adhieran unas con otras), hasta la heparina y/o coumadin los cuales previenen la formación de coágulos sanguíneos. Esto último requiere un control o monitoreo para asegurarse que el paciente este en el "rango terapéutico" o que la sangre no esté excesivamente "delgada" y haya peligro de sangrado. Generalmente este tipo de tratamiento es de por vida en los pacientes que han tenido problemas de coagulación con formación de coágulos o trombosis.
Los pacientes con lupus deben aprender a reconocer con tiempo los síntomas iniciales o tempranos de la actividad o la enfermedad. De esta forma pueden ayudar a su médico a saber cuando cambiar el tratamiento si es necesario. El control regular o monitoreo de la enfermedad con exámenes de laboratorio, son de gran valor; dado que hay cambios importantes en los síntomas cuando se presentan las recaídas severas. Los cambios en las pruebas de laboratorio indican que la enfermedad está activa, aún antes que el paciente presente los síntomas de la recaída. De ésta manera, es más fácil controlar éstas cuando se detectan en forma precoz, se puede presentar la posibilidad de daño permanente a un órgano o tejido, así como disminuir el tiempo que tiene que estar tomando dosis altas de los medicamentos.
Tipos de lupus
Karolina Montero PerdomoUniversidad internacional de las Américas3er cuatrimestre 2010
Karolina Montero Perdomo
Universidad internacional de las Américas
3er cuatrimestre 2010
Tipos de lupus
¿Que es el lupus?
El Lupus es una enfermedad de origen desconocido que ocasiona cambios fundamentales en el sistema inmunológico del individuo. Es una enfermedad de las llamadas autoinmunes (nuestro sistema inmune se equivoca y ataca a partes de nuestro propio organismo) y que ocasiona lesiones en la piel y en otros tejidos. Es una enfermedad que se caracteriza por episodios periódicos de inflamación y daño en articulaciones, tendones, otros tejidos conectivos y algunos órganos, incluyendo el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos, el cerebro, los riñones y la piel. Los órganos más afectados son el corazón, los pulmones, los riñones y el cerebro. El lupus afecta a todas las personas de manera diferente y los efectos de la enfermedad oscilan desde leves a severos. El lupus potencialmente puede ser mortal.
Es difícil diagnosticar el tipo de lupus debido a que los síntomas que cada persona puede tener son poco claros. No existe un único examen mediante el cual se pueda diagnosticar el lupus. Para confirmar el diagnóstico el médico suele basarse en la historia clínica, en los síntomas que el paciente expresa, y en un examen médico.
Existen tres tipos de lupus: discoide, sistémico y el inducido por drogas.
Lupus discoide (cutáneo) siempre se limita a afectar la piel. Se le identifica por ronchas que aparecen en la cara, cuello y la piel del cuero cabelludo. El diagnostico de lupus discoide se corrobora con una biopsia de éstas ronchas. En ésta biopsia se observan cambios anormales que no existen en la piel sana o sin ronchas. El lupus Discoide habitualmente no afecta los organos internos del cuerpo y por este motivo el examen de los anticuerpos antinucleares (AAN) que se usa para diagnosticar la forma Sistémica del lupus es negativa en estos pacientes. Sin embargo, en un gran numero de personas con esta forma de lupus, los AAN son positivos aunque a niveles o títulos bajos.
Aproximadamente el 10% de los pacientes con lupus discoide pueden cambiar a la forma sistémica de la enfermedad, la cual afecta casi cualquier órgano del cuerpo. Esto no es posible predecir o prevenir. El tratamiento del lupus discoide no previene la progresión a la forma sistémica. Los pacientes que progresan a ésta forma de la enfermedad, probablemente tenían lupus sistémico desde el principio, con las ronchas discoides como principal síntoma. Las formas clínicas de lupus eritematoso cutáneo (LEC) son múltiples, al menos 10 ó 15. Los tipos más frecuentes son el lupus cutáneo crónico (LCC), en sus formas de lupus eritematoso discoide (LED) localizado o generalizado, LE hipertrófico (una variante de LED), lupus túmido, y paniculitis lúpica. El lupus cutáneo subagudo (LCSA) y el LE sistémico (LES) también pueden dar lugar a múltiples formas clínicas. Las opciones terapéuticas son similares para todos los tipos de LE cutáneo, aunque los pacientes con afectación sistémica pueden requerir tratamientos adicionales para sus manifestaciones extracutáneas.
Lupus sistémico (sistemático): es generalmente más severo que el lupus discoide y puede afectar casi cualquier órgano del cuerpo. En algunas personas, se puede afectar solamente la piel y las articulaciones. En otras, se afectan las articulaciones, pulmones, riñones y otros órganos o sistemas. Por lo general, no hay dos pacientes con lupus sistémico que tengan síntomas idénticos. En el lupus sistémico se pueden presentar periodos en donde pocos o ningún síntoma estén presentes (periodos de "remisión") o en donde la enfermedad esté activa ("recaídas".) Con mayor frecuencia cuando la gente menciona la palabra "lupus" se refiere a la forma sistémica de la enfermedad.
Lupus inducido por drogas se presenta después de algún tiempo de tomar fármacos recetados para diferentes enfermedades (que no son lupus). Los síntomas de éste tipo de lupus son similares a aquellos de la forma sistémica. Los medicamentos relacionados más frecuentemente con éste tipo de lupus son la hidralazina (empleada para tratar la presión alta o hipertensión arterial) y la procainamida (que se usa para el tratamiento de las alteraciones del ritmo cardiaco). El lupus inducido por medicamentos es mas común en los hombres, dado que éste tipo de fármacos son prescritos mas frecuentemente en pacientes del sexo masculino. Sin embargo, solamente el 4% de la gente que toma éste tipo de medicinas desarrollará anticuerpos sugestivos de lupus. De éste 4%, solo un número extremadamente pequeño presentará este tipo de lupus. Los síntomas generalmente van disminuyendo cuando se suspenden éstos medicamentos hasta desaparecer.
Aunque el lupus secundario a fármacos y el lupus discoide tienen síntomas en común o muy parecidos.
Los síntomas del lupus generalmente son crónicos y suelen haber recaídas. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes del lupus. Sin embargo, cada persona puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
· Erupción malar- erupción con forma de mariposa que generalmente aparece en el puente de la nariz y en las mejillas.
· Erupción discoide- erupción sobreelevada que aparece en la cabeza, los brazos, el tórax o la espalda.
· Fiebre.
· Inflamación de las articulaciones.
· Sensibilidad a la luz solar.
· Pérdida del cabello.
· Llagas en la boca.
· Líquido acumulado alrededor del corazón, los pulmones u otros órganos.
· Problemas renales.
· Disminución del número de glóbulos blancos o de plaquetas.
· Fenómeno de Raynaud - trastorno en el que se producen espasmos en los vasos sanguíneos de los dedos de las manos y los pies desencadenados por factores como el frío, el estrés o una enfermedad.
· Pérdida de peso.
· Disfunción nerviosa o cerebral.
· Anemia.
Síntomas | Porcentaje |
Dolores articulares (artralgias) | 95% |
Fiebre de más de 100 F° (38 C°) | 90% |
Artritis (articulaciones inflamadas) | 90% |
Fatiga prolongada o extrema | 81% |
Ronchas en la piel | 74% |
Anemia | 71% |
Afección de los riñones | 50% |
Dolor en el pecho con respiración profunda (pleuresía) | 45% |
Roncha en forma de mariposa en las mejillas y nariz | 42% |
Sensibilidad a la luz solar (fotosensibilidad) | 30% |
Pérdida del cabello | 27% |
Problemas en la coagulación de la sangre | 20% |
Fenómeno de Raynaud (dedos que se ponen blancos y/o morados-azules con el frío) | 17% |
Convulsiones | 15% |
Ulceras en | 12% |
Efectos secundarios de los medicamentos.
Karolina Montero Perdomo
Universidad internacional de las Américas
3er cuatrimestre 2010
Endocrinología
Diabetes
Los GC intervienen en el metabolismo a través de la neoglucogénesis, aumentando la producción hepática de glucosa. También actúan sobre el metabolismo celular reduciendo la liberación de AMP cíclico o disminuyendo la síntesis de ARN mensajero impidiendo que la célula permita el paso de glucosa a su interior. Esta función puede producirse incluso con posterioridad a la unión de la insulina en los receptores de membrana específicos. Estos dos procesos contribuyen a favorecer que se produzca una tendencia a la elevación de la glucemia sobre todo en los pacientes diabéticos o con glucemias basales alteradas.
Efecto mineralocorticoide
Los GC tienen la capacidad de actuar sobre la función renal aumentando la retención de sodio y agua. Este efecto es muy diferente entre lo GC sintéticos, siendo el cortisol el patrón con el que se comparan en su relación con la aldosterona.
La capacidad de los GC para retener sodio, así como su efecto sobre el sistema renina angiotensina, y sobre las prostaglandinas condiciona que se deban emplear con precaución en pacientes con hipertensión arterial siendo recomendable controles periódicos cuando deban utilizarse durante periodos de tiempo prolongados.
El síndrome más frecuente que aparece con el tratamiento de GC por su efecto mineralocorticoide es el Cushing iatrógeno que comparte manifestaciones similares al Cushing espontáneo como son la hipertensión, la hipopotasemia, la virilización y el hirsutismo. Otras manifestaciones como la pancreatitis, el glaucoma, la necrosis ósea avascular, la hipertensión intracraneal benigna o el depósito graso peri medular son de aparición exclusiva en el Cushing iatrogénico. Supresión del eje hipotálamo-hipofisis-suprarrenal
Los GC, a dosis elevadas tienen la capacidad de suprimir el eje H-H-S y por lo tanto la secreción de cortisol, sin embargo no se afecta la secreción de hormonas mineralocorticoides por las suprarrenales (aldosterona, andrógenos).
La capacidad de los GC para retener sodio, así como su efecto sobre el sistema renina angiotensina, y sobre las prostaglandinas condiciona que se deban emplear con precaución en pacientes con hipertensión arterial siendo recomendable controles periódicos cuando deban utilizarse durante periodos de tiempo prolongados.
El síndrome más frecuente que aparece con el tratamiento de GC por su efecto mineralocorticoide es el Cushing iatrógeno que comparte manifestaciones similares al Cushing espontáneo como son la hipertensión, la hipopotasemia, la virilización y el hirsutismo. Otras manifestaciones como la pancreatitis, el glaucoma, la necrosis ósea avascular, la hipertensión intracraneal benigna o el depósito graso peri medular son de aparición exclusiva en el Cushing iatrogénico. Supresión del eje hipotálamo-hipofisis-suprarrenal
Los GC, a dosis elevadas tienen la capacidad de suprimir el eje H-H-S y por lo tanto la secreción de cortisol, sin embargo no se afecta la secreción de hormonas mineralocorticoides por las suprarrenales (aldosterona, andrógenos).
Riesgo cardiovascular
Los GC al favorecer la hipertrigliceridemia, la hipercolesterolemia y el aumento de la presión arterial producen un aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular. Por este motivo se recomienda controles periódicos y si es preciso tratamiento adecuado.
Oftalmología
Cataratas: Aunque no se conoce bien el mecanismo de producción, algunos estudios relacionan la asociación entre la dosis diaria con la dosis total acumulada, como factor de riesgo más importante.
Cataratas: Aunque no se conoce bien el mecanismo de producción, algunos estudios relacionan la asociación entre la dosis diaria con la dosis total acumulada, como factor de riesgo más importante.
Sistema Musculoesqueletico.
Osteoporosis: La osteoporosis es el efecto secundario más frecuente y que más morbilidad produce en pacientes que siguen tratamiento con corticoides.
La perdida de masa ósea se produce con dosis moderadas y altas de GC, siendo más rápida en los primeros 6 meses de tratamiento y afectando más al hueso trabecular que al cortical. Se han detectado perdidas de masa significativa con dosis de 7,5 mg de prednisona, siendo también importante la dosis acumulada.
Así como en otros efectos secundarios se ha conseguido disminuir la gravedad de los síntomas con pautas de administración de los GC a días alternos, en este proceso no existen estudios que corroboren la efectividad de esta pauta.
La perdida de masa ósea se produce con dosis moderadas y altas de GC, siendo más rápida en los primeros 6 meses de tratamiento y afectando más al hueso trabecular que al cortical. Se han detectado perdidas de masa significativa con dosis de 7,5 mg de prednisona, siendo también importante la dosis acumulada.
Así como en otros efectos secundarios se ha conseguido disminuir la gravedad de los síntomas con pautas de administración de los GC a días alternos, en este proceso no existen estudios que corroboren la efectividad de esta pauta.
Dermatología
Uno de los efectos secundarios más frecuentes en el tratamiento GC es la aparición de equimosis, sobre todo en las zonas distales. La piel se vuelve friable lo que provoca laceraciones por traumatismos leves. Anatomopatológicamente se produce un infiltrado perivascular de linfocitos y polimorfonucleares, similar al de la púrpura senil, que rodea los vasos.
Se han descrito reacciones urticariformes (eczemas) tras el empleo de GC, son poco frecuentes y pueden ser secundarias a excipientes o aditivos de las diferentes preparaciones mas que al fármaco en sí.
Se han descrito reacciones urticariformes (eczemas) tras el empleo de GC, son poco frecuentes y pueden ser secundarias a excipientes o aditivos de las diferentes preparaciones mas que al fármaco en sí.
Sistema inmunológico
La acción antinflamatoria de los GC se produce sea cual sea su causa, infecciosa física o inmunológica. Inhiben tanto las manifestaciones inmediatas (rubor, dolor etc.) como las tardías (cicatrización, proliferación celular…). En los vasos inhiben la vasodilatación, la transudación, el edema y el depósito de fibrina.
La azatioprina: pertenece al grupo de medicamentos llamados agentes inmunosupresores. Se usa para ayudar a que el cuerpo acepte un órgano que ha sido trasplantado. También se usa para tratar la artritis reumatoidea y también se puede usar para otras condiciones según lo determine su médico.
EFECTOS LATERALES
Más comunes : Tos o ronquera; dificultad o dolor al orinar; fiebre o escalofríos; dolor en la parte baja de la espalda o en el costado; cansancio o debilidad inusual
Menos comunes : Heces negras y breosas; sangre en la orina o en las heces; puntitos rojos en la piel; sangrado o moretones inusuales
Raros : Latidos rápidos; fiebre (repentina); dolor o puntadas de los músculos o articulaciones; náuseas, vómitos y diarrea (muy fuertes); enrojecimiento o ampollas en la piel; falta de aire; llagas en la boca o en los labios; dolor de estómago; sensación inusual de molestia o enfermedad (repentina) .
Menos comunes : Heces negras y breosas; sangre en la orina o en las heces; puntitos rojos en la piel; sangrado o moretones inusuales
Raros : Latidos rápidos; fiebre (repentina); dolor o puntadas de los músculos o articulaciones; náuseas, vómitos y diarrea (muy fuertes); enrojecimiento o ampollas en la piel; falta de aire; llagas en la boca o en los labios; dolor de estómago; sensación inusual de molestia o enfermedad (repentina) .
Efectos secundarios que usualmente no requieren atención médica
Estos posibles efectos secundarios pueden desaparecer durante el tratamiento; sin embargo, si continúan o son molestos, consulte con su médico, enfermera o farmacéutico.
Más comunes: Pérdida del apetito; náuseas o vómitos
Menos comunes: Salpullido
Otros efectos secundarios no listados arriba también pueden ocurrir en algunos pacientes. Si nota cualquier otro efecto, consulte con su médico, enfermera o farmacéutico.
Después de que deje de tomar este medicamento, puede todavía producir algunos efectos secundarios que necesiten atención. Durante este tiempo, consulte con su médico lo antes posible si nota heces negras y breosas sangre en la orina tos o ronquera dificultad o dolor al orinar fiebre o escalofríos dolor en la parte baja de la espalda o en el costado puntitos rojos en la piel o sangrado o moretones inusuales.
Menos comunes: Salpullido
Otros efectos secundarios no listados arriba también pueden ocurrir en algunos pacientes. Si nota cualquier otro efecto, consulte con su médico, enfermera o farmacéutico.
Después de que deje de tomar este medicamento, puede todavía producir algunos efectos secundarios que necesiten atención. Durante este tiempo, consulte con su médico lo antes posible si nota heces negras y breosas sangre en la orina tos o ronquera dificultad o dolor al orinar fiebre o escalofríos dolor en la parte baja de la espalda o en el costado puntitos rojos en la piel o sangrado o moretones inusuales.
Efectos secundarios de los medicamentos
Karolina Montero Perdomo
Universidad internacional de las Américas
3er cuatrimestre 2010
Efectos secundarios de los medicamentos
Hay analgésicos con propiedades antiinflamatorias y otros que carecen de esas propiedades. Los efectos tóxicos que se presentan a continuación son causados por las propiedades antiinflamatorias.
Existen numerosos analgésicos-antiinflamatorios empleados para alivio del dolor en general y para el dolor de causa reumatológica o traumatológica, en particular. Tienen todos propiedades comunes, no obstante, para el paciente individual alguno puede ser más efectivo y/o menos tóxico que otro. Algunos productos farmacéuticos comercializados son en realidad una combinación de dos o tres antiinflamatorios, lo cual potencia el efecto tóxico de cada uno de ellos. El uso de diferentes productos farmacéuticos, aunque sean tomados en diferentes horarios, también potencia los efectos tóxicos. El uso de antiácidos o el tomar la medicación con la comida reduce la toxicidad gastrointestinal, pero no todos los demás efectos tóxicos.
Los numerosos y a veces graves efectos tóxicos de los antiinflamatorios explican uno de los motivos por qué nuestro enfoque terapéutico se basa en la medicina para la autoorganización (terapia neural, modulación neuromuscular, odontología neurofocal).
Los efectos tóxicos gastrointestinales pueden aparecer poco después de comenzado el tratamiento, los demás efectos tóxicos, en general, aparecen con el tratamiento prolongado (semanas-meses)
En el individuo portador de enfermedades crónicas y en los mayores de 65 años la toxicidad de estos fármacos se multiplica. La mayoría de los estudios farmacológicos sobre toxicidad de los antiinflamatorios se ha hecho en individuos jóvenes y sanos, o sea que, en realidad, se desconoce la verdadera dimensión del daño que causan en el adulto mayor, en el anciano y en la persona enferma.
Los efectos secundarios que se han descrito son los siguientes:
· dispepsia (malestar digestivo)
· anorexia (pérdida del apetito)
· úlcera gástrica o del intestino delgado
· hemorragia digestiva aguda, hemorragia digestiva crónica
(pérdida de sangre o materia fecal negro alquitrán)
(pérdida de sangre o materia fecal negro alquitrán)
Teóricamente el rofecoxib y el celecoxib no causarían efectos secundarios gastrointestinales aunque sí pueden causar todos los demás efectos tóxicos que se mencionan a continuación.
Toxicidad renal
· insuficiencia renal aguda (puede requerir diálisis)
· nefritis intersticial, necrosis papilar (pueden causar insuficiencia renal y necesidad de diálisis)
· retención de sodio y agua (puede causar hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, edema agudo de pulmón)
· hiperpotasemia (puede ser causa de arritmias cardíacas y paro-muerte)
Toxicidad hepática
· hepatitis tóxica
Toxicidad en el Sistema Nervioso Central
· cefaleas (dolores de cabeza)
· acúfenos (ruidos o zumbidos en los oídos)
· síndrome confusional (confusión, delirio, desorientación, alucinaciones)
· trastornos de la personalidad
Toxicidad en la mujer embarazada
· preeclampsia (retención de líquido, hipertensión arterial)
· trabajo de parto prolongado
· aumento del riesgo de hemorragias
Toxicidad en el feto y recién nacido
· persistencia de hipertensión pulmonar
· estrechamiento prematuro del ductus arteriosus
· incremento del riesgo de hemorragias
Otros efectos secundarios
· urticaria
· anafilaxia (edema de glotis)
Corticoesterioides: Los efectos secundarios de los corticoides pueden aparecer por el uso continuado de dosis elevadas del fármaco o tras la supresión después de que se haya empleado durante largos periodos de tiempo sin pautas de descanso.
Aparato digestivo
Durante el empleo de GC se han descrito el aumento de episodios hemorrágicos digestivos y de aparición de ulcus gástrico aunque no se ha podido demostrar su relación directa con la administración de estos fármacos.
Existen estudios que confirman la reagudización de los síntomas en pacientes con antecedentes de ulcera péptica incluso con dosis convencionales (<15 mg de prednisona/día) por lo que en estos pacientes estaría recomendada la prevención con fármacos antiulcerosos. También se ha visto aumentado en 15 veces, el riesgo de sufrir este efecto secundario en los pacientes que tomaban de forma conjunta AINES.
Existen estudios que confirman la reagudización de los síntomas en pacientes con antecedentes de ulcera péptica incluso con dosis convencionales (<15 mg de prednisona/día) por lo que en estos pacientes estaría recomendada la prevención con fármacos antiulcerosos. También se ha visto aumentado en 15 veces, el riesgo de sufrir este efecto secundario en los pacientes que tomaban de forma conjunta AINES.
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