sábado, 4 de diciembre de 2010

Diagnóstico.

Kendry Vargas Méndez
Universidad internacional de las Américas
3er cuatrimestre 2010

Los análisis ayudan tanto a hacer el diagnóstico como a valorar que órganos están afectados. Los análisis repetidos de sangre y orina permiten evaluar la actividad y gravedad de la enfermedad, así como la ausencia de efectos secundarios derivados del tratamiento, basándose en una combinación de síntomas, signos y los resultados de los análisis.

El diagnóstico puede ser muy sencillo como sucede con pacientes con compromiso multisistémico  y anticuepos antinucleares positivos, o difícil durante el curso crónico de la enfermedad o cuando se encuentra una manifestación aislada como nefritis, artritis, trombocitopenia, anemia hemolítica, entre otros.

El diagnóstico se establece cuando una costelación de manifestaciones clínicas se asocian con serología positiva (ANA, LE) o cambios histopatológicos, algunos con características de la enfermedad. Los anticuerpos son los hallazgos sexológicos más importantes para afirmar o negar la impresión clínica y aunque no existe ningún examen totalmente específico, es la interpretación juiciosa y adecuada de varios de ellos, lo que contribuye a corroborar o negar el diagnóstico.

La gran  mayoría de los pacientes desencadenan  anormalidades inmunológicas y hematológicas durante el curso de la enfermedad; las primeras son las más importantes, algunas desempeñan un papel en la patogénesis y sus fluctuaciones guardan relación con los periodos de exacerbación y de remisión. La forma de presentación y curso de la enfermedad son muy variadas; puede haber pacientes quien durante mucho tiempo tienen la enfermedad restringida a un solo órgano y otros con manifestaciones multisitémicas. 

Los 11 criterios de ANA, han sido establecidos para estudios de grupos de paciente; no se puede negar totalmente el diagnóstico porque un determinado paciente no tenga los 4 criterios requeridos.Se debe pensar el LES en presencia de fiebre de origen desconocido, leucopenia, nefritis, meningitis aséptica, pleuresía, poliartritis migratoria, fenómeno de Raynaud, anemia hemolítica, púrpura trombocitopenica, serología falsa positiva. En estos casos es justificado hacer por lo menos una determinación de anticuerpos antinucleares (ANA).

En el LES se demuestran muchos datos anormales de laboratorio. Las pruebas incluyen la preparación clásica para las células LE, que ahora resulta obsoleta, pruebas para anticuerpos circulantes, varias pruebas de anticuerpos y pruebas para detectar alteraciones en subtipos de linfocitos.La prueba clásica, pero anticuada, para el lupus es la prueba de células LE. Una célula LE es un neutrófilo segmentado normal u otra célula fagocítica que atrapó un núcleo, homogéneo de hinchado de un neutrófilo o un linfocito.

Las pruebas de anticuerpos contra ADN se encuentran a menudo en los trastornos reumáticos sistémicos. El procedimiento para anticuerpos antinucleares es una herramienta valiosa para la detección de LES y  sustituyó a al prueba de células LE, por su intervalo más amplio de reactividad con antígenos nucleares. Su mayor sensibilidad y características para el control de la calidad. Los ANA se refieren a muchos anticuerpos diferentes producidos contra diversos antígenos del núcleo de la célula. Estos antígenos se encuentran en moléculas de ADN y ARN o en las proteínas, así como en ácidos nucleicos. Algunos de estos anticuerpos se dirigen en contra del ADN helicoidal de cadena doble.

En la técnica fluorescente, se emplea un sustrato que contiene sólo SS-ADN. Los  títulos de anticuerpos se miden con frecuencia, los títulos de 1:32 o más indican una cantidad significativa de anticuerpos en una respuesta auto inmunitario.

Se puede obtener un resultado positivo de ANA en enfermedades distintas al LES, en personas sanas, en ancianos, en los que tiene otras enfermedades crónicas y en algunos pacientes que reciben algún tratamiento farmacológico específico. Un resultado negativo de ANA elimina el LES con diagnóstico posible si el paciente no están en tratamiento.

Otros anticuerpos como, sólo se encuentran en 25 a 30% de todos los pacientes con LES, Pero se considera un marcador de esta enfermedad. Los pacientes con LES inducido por fármacos tienen alta incidencia de anticuerpos contra las histonas (proteínas encontradas en el ADN). También pueden detectarse anticuerpos con linfocitotóxicos con especificidad  predominante para los linfocitos T. Esos anticuerpos pueden destruir linfocitos T en presencia de complemento y anticuerpos que cubren las células T en sangre periférica. Esto puede interferir con ciertas actividades funcionales de los linfocitos T.

El diagnóstico de LES de inicio tardío puede tardar debido a la presencia de malformaciones inespecíficas al comienzo de la enfermedad y a un cuadro clínico  parecido al de otras enfermedades reumatológicas o no reumatológicas. Debido a que después de los 50 años aumentan comorbilidades y hay un mayor requerimiento de terapia farmacológica, en el diagnóstico diferencial, también se debe incluir el lupus inducido por drogas. Esta entidad se caracteriza por síntomas constitucionales (fiebre, perdida de peso y fatiga), compromiso de serosas, artralgias, artritis, mialgias, brote cutáneo.

Si un estudio completo de laboratorio y exploración física no muestran la evidencia de una enfermedad reumática sistémica, los ANA positivos indican un alto riesgo del desarrollo de una enfermedad reumática sistémica. Si los ANA positivos son anticuerpos, anticentrómeros, probablemente se desarrolle esclerosis sistémica en esos pacientes. El lupus eritematoso por su compleja sintomatología es de difícil diagnóstico ya que puede ser confundido con otras enfermedades reumáticas.   

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